El amor consiste en un intercambio de conductas reforzantes. Es decir, consiste en dar y recibir cosas, momentos, gestos… que nos son placenteros. Cuando esto disminuye, cuando ya no hay cariño, o gestos que lo demuestren, cuando no hacemos conductas gratificantes para ambos, cuando no pasamos juntos tiempo de CALIDAD, podemos decir que el amor… comienza a desaparecer. Por duro que sea es así. Si no regamos nuestro amor, como lo haríamos con una planta, lo más seguro es que se marchite, como lo haría una planta.La manera de regar nuestro amor es pasando juntos tiempo de calidad, donde los dos disfrutéis. Y dado que no somos exactamente iguales y no nos gusta lo mismo, en ocasiones también hemos de esforzarnos por hacer que el otro este a gusto aunque a mí esto me guste menos. En otra ocasión ocurrirá al contrario.
Por otro lado, tampoco centrar toda nuestra vida en nuestra pareja. Es un error, pues absorbemos la relación. Ya no solo estamos con la pareja para determinados momentos, ya no nos guardamos los momentos positivos para nosotros, sino que lo hacemos todos juntos. De aquí viene esa frase de “Se nos acabó el amor de tanto usarlo”. Pues es cierto, podemos llegar a agobiarnos, a trivializar la relación, a no valorar los momentos que pasamos juntos, porque ya, ya no son momentos de calidad, simplemente son momentos, es rutina, y ya ni nos satisface ni nos llena.
Por ello tenemos que tener también actividades externas a la pareja, hobbies, momentos para nosotros, cosas que nos hagan “fluir” es decir, sentirnos a gusto y completos por nosotros mismos sin necesidad de que sea en pareja. Esto es simplemente dedicar tiempo a la pareja y a nosotros mismos de manera individual. Preparar actividades en pareja pero también nosotros solos o con amigos por nuestro lado. No podemos tampoco regar a una planta de manera continua o al final la ahogaremos.
Ahora que hemos entendido la importancia del refuerzo en el amor, y por ello en una relación de pareja ¿qué es lo que debemos hacer?
Organizar mi tiempo conjuntamente con mi pareja.
Buscar y Planificar juntos actividades recompensantes, placenteras para los dos.
Programar cuando y cómo se llevarán a cabo dichas actividades.
Planificar el resto de mi tiempo de manera individual, buscando hobbies y actividades que me supongan también un disfrute.
Poner en común aquello que hacemos. Comunicándonos más y mejor. Este será nuestro siguiente apartado.
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuáles nunca sucedieron” (Michel de Montaigne)
¿A qué os recuerda esto? Cuando padecemos de ansiedad anticipatoria nos preocupamos de todo aquello que pueda suceder, centrándonos claro está en lo negativo. Pues bien, el 99% de las cosas que creemos que sucederán, nunca suceden. Pero solo por pensar que iban a suceder ya lo hemos sufrido.
Seguro que os suena la idea de que si tenéis miedo a algo, por ejemplo, a los perros, el mejor modo de eliminarlo es enfrentarse a ello, acercarse un perro, o porqué no! Adoptar uno!
Ansiedad y miedo – Psicólogo en Salamanca – Sara M Pelaz Psicología
No es una idea nueva, y finalmente siempre acabamos cayendo en ella casi por sentido común. Ya Freud lo recomendaba hace cerca de 100 años. Así que ya desde el psicoanálisis se entendía que la solución no solo pasaba por hablar y hablar de las cosas sino que también había que enfrentarlas en la vida real.
Lo que si es más complicado es saber cuándo y cómo hemos de llevar a cabo este afrontamiento. En ocasiones se hace de un modo incorrecto y puede llevar a lo contrario a lo que queremos conseguir. Es decir, en lugar de eliminar el miedo que pretendemos eliminar, éste puede acrecentarse, también se conoce como sensibilización. Y ocurre cuando el estímulo provocador del miedo provoca un miedo cada vez mayor. En el caso que os expongo, si llegara a ocurrir podría haberse dado por un incorrecto afrontamiento.
Entonces, ¿Cómo hacer que sea correcto, y por tanto consiga eliminar el miedo?
Lo primero que tenemos que intentar averiguar es si nos conviene la exposiciónen ese momento preciso, o si por el contrario tenemos que hacer un trabajo previo. Me explico: si tienes un temor muy grande, algo que creemos insuperable, algo que solo con oír que puede estar cerca te pone los pelos de punta, y te hace buscar la salida más rápida, si te lanzas sin prevenciones, lo más probable es que termine por salirte mal el “experimento”. Puedes bloquearte, desmayarte… y por último incrementar el miedo y disminuir la seguridad en la posibilidad de enfrentarlo de nuevo, lo que hará que te sea más difícil enfrentarte a ello en el futuro.
¿Qué hago entonces?
Por un lado hay que explicar que hay diferentes métodos de exposición, o más bien, de afrontamiento. Hasta ahora parece que hablaba de la inundación, pues la inundaciónconsiste en meternos de lleno en el lugar temido sin prevención alguna. ¿Y esto puede funcionar? Claro que sí. Pero depende del miedo, de la motivación… Sin embargo, la exposición que tiene el as en la manga, es decir, aquella que va a ser nuestra dulce compañera en una situación como la anteriormente descrita, ha de ser una exposición graduada. La forma de graduar la exposición es ir acercándonos a lo que tememos de manera graduada, es decir, haciéndolo poco a poco, estableciendo pequeños pasos o subobjetivos, para llegar a nuestro objetivo final. Podemos ir acercándonos poco a poco.
Pero por otro lado, algo que seguro nos va a ayudar de cara al enfrentamiento del miedo vía exposición, es la realización de determinados ejercicios previos,como por ejemplo: relajación, exposición en imaginación, entrenamiento en un pensamiento positivo y sobretodo realista (pues no sirve si es muy positivo, pero de tan positivo que es no me lo creo) y …
También nos puede ayudar buscar un momento propicio para llevar a cabo dicha exposición. Por ejemplo, un momento de menor estrés en el trabajo o estudios, o durante las vacaciones, un momento donde podamos tener compañía o apoyo emocional… porque todo esto facilitará nuestro trabajo.
Además, es probable que para ciertos miedos muy traumáticos y dolorosos, puedas necesitar un tiempo de preparación psicológica mayor, y el refuerzo y aumento de la seguridad y confianza en ti mismo.
¿Qué miedos pueden eliminarse de este modo?
Hay miedos o situaciones que son ideales para la práctica de esta técnica. Por ejemplo las fobias espe
cíficas, es decir los miedos a determinadas cosas o situaciones muy concretas, como son los miedos a algún animal,
Fobia – Psicólogo en Salamanca Sara M Pelaz Psicología
miedo a volar, miedo a conducir, miedo al tren o al metro, miedo a ir en coche (en especial tras algún accidente), miedo a los lugares cerrados como ascensores o locales pequeños tipo teatro o cine, miedo a las alturas, miedo a lugares con mucha gente como la calle o grandes almacenes, miedo a hacer cosas solo (aquí ya lo relacionaríamos con la fobia social).
Miedo – Psicólogo en Salamanca Sara M Pelaz Psicología
También está indicado en los cuadro obsesivos, o trastornos obsesivo-compulsivos donde hemos de hacer frente a las obsesiones o dejar atrás las compulsiones como por ejemplo la búsqueda del orden de manera incesante, el lavado repetitivo de manos, miedo a la contaminación o contagio, la comprobación (¿me habré dejado la puerta abierta? ¿habré apagado la llave del gas?…)…
En situaciones miedo social, es decir vergüenza o timidez, también denominado fobia social, como el miedo a hablar en público, miedo al contacto humano, a hacer cosas solo, exponer algo delante de una persona o de un grupo, hablar con desconocidos, flirtear o buscar una relación, o incluso hablar con personas del sexo opuesto sin buscar ninguna relación.
Podría seguir sumando un largo etcetera pero lo importante es reseñar que esta técnica nos sirve para muchas situaciones muy comunes, que de no superarse pueden llegar a convertirse en una pesadilla.
En cada caso va a ser diferente, incluso entre dos personas con el mismo miedo, la escala de exposición también va a ser diferente, pues somos diferentes, toleramos el miedo de manera diferente, y además pese a que sea el mismo miedo, cada uno tenemos nuestras ideas irracionales o no, y es por ellas por quiénes debemos empezar.
Entonces… ¿es un solo… HAZLO!?
Aunque parezca muy sencillo, no lo es tanto. No es solo “just do it”, sino que hay ciertas puntualizacionesque debemos tener en cuenta. Hemos de seguir algunas pautas para que no ocurra lo que comentábamos al principio, pues si sale mal, en lugar de conseguir eliminar nuestro miedo, habremos conseguido exactamente lo contrario, la sensibilización de la que os hablaba al principio.
Psicólogo en Salamanca Sara M Pelaz Psicología
Así pues las pautas a seguir son las siguientes:
las exposiciones deben ser largas y repetidas. Sí, he dicho laS. No vale con hacerlo una vez, ojalá, pero no, no hablamos de milagros, hablamos de técnicas de modificación de conducta.
no debemos abandonar la situación aunque lo estemos pasando mal. Podemos caer en la hipersensibilización. Hay alguna salvedad a esta regla pero debemos usarla con cuidado. Si la ansiedad fuera excesiva podríamos salir de la situación por un período breve de tiempo, con el compromiso de volver a la situación tan pronto como esa ansiedad haya bajado un poco.
Solo se debe abandonarla situación cuando la ansiedad haya disminuido significativamente.Es decir, cuando hayas comprobado que lo que temes no es peligroso. Por ejemplo, solo debo alejarme del perro, cuando me sienta tranquila a su lado, y compruebe que el miedo a que se abalanzara sobre mí y me desarmara era irracional pues no ha ocurrido.
Ha de hacerse de manera jerárquica, escalonandoel aproximamiento, desde lo más fácil de afrontar a lo más difícil.
Acompañarlo de las técnicasanteriores de relajación o cambio de pensamiento lo hará más fácil.
Refuérzate por tus logros.
¿Y el miedo se va para siempre?
Una solo sesión puede no servirte, aunque te sorprenderá saber que hay casos en los que así ocurre.
Sin embargo lo importante no es tanto dejar de sentir miedo. El temor es adaptativo, la ansiedad lo es. Por tanto la cuestión principal no es eliminarlo, sino en que seas capaz de enfrentarte a ello, y puedas hacer aquello que temes siempre que sea necesario.
Con el paso del tiempo y la repetición, sí puede darse la eliminación del miedo por completo. Entonces, ¿qué te frena para no intentarlo?
Vencer el miedo – Psicólogo en Salamanca Sara M Pelaz Psicología